Te sigo Señor

10.07.2013 11:34

Suponte que tú estás en tu casa enfermo  […], incapaz de valerte […]. Pero un día vieras pasar debajo de tu ventana a Jesús. […] Si […] te mirase con esos ojos divinos que desprendían amor, ternura, perdón, y te dijese: “¿Por qué no me sigues?... […] ¿Acaso le ibas a responder… “Señor, te seguiría […] si me dieras medios para seguirte con ‘comodidad’ y sin peligro de mi salud… […]”…?

No, seguro que si hubieras visto la dulzura de los ojos de Jesús, […] te hubieras levantado de tu lecho, sin pensar en tus cuidados, sin pensar en ti para nada, te hubieras unido […] y te hubieras dicho: “Voy, Señor, no me importan mis dolencias, ni la muerte, ni comer, ni dormir… Si Tú me admites, voy. […] No me importa que el camino […] sea difícil, sea abrupto y esté lleno de espinas. No me importa si quieres que muera contigo en la cruz…

 

San Rafael Arnáiz, en Hermano Rafael, peregrino (Selección de textos por Rafael Palmero Ramos…), Barcelona: Regina:1997, pp. 114-116