¿Conoces a Jesús?

19.07.2013 11:53

"Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que era Él."

 Jn. 21.4
 
Inumerables son las veces que hemos vivido este mismo pasaje en nuestra vida; hemos recorrido un camino con Cristo, hemos hablado y predicado sobre Él, pero ni así logramos reconocerlo. Somos capaces de hablarle a un enfermo de Cristo, asegurándole que Él tiene le poder de sanarle, que tiene el poder de liberar al cautivo, incluso de resucitar a las muerto, pero y nosotros, ¿verdaderamente lo creemos?
Cuántas veces Jesús se nos ha presentado enfrente, de muchas y muy variadas maneras, y no lo hemos sabido reconocer.
 
¿Cómo espero encontrar a Cristo?; Nuestro Señor viene a nosotros de muchísimas maneras: en el enfermo, en el pobre, en el hambriento; también en los Sacerdotes, los y las religiosas, pero también, hasta en los más grandes pecadores.
 
Hoy encuentro que el origen de tanto mal, de tanta violencia, ciertamente reside en la tentación del demonio y la concupiscencia del hombre, pero también, en la falta enorme de la confianza del ser humano en Dios. Radica en nuestra poca fe, a las limitaciones que le ponemos a DIOS. Si cada uno de los que nos llamamos "creyentes", en verdad encontraramos a Cristo en cada uno de los ladrones, secuestradores, narcotraficantes, y demás malhechores, sería muy distinto el resultado en cuanto a Paz se trata en la ciudad. ¿Acaso no son también todos estos, hijos de Dios muy amados?
 
No podemos cegarnos ante el pecado obvio en las personas que se dedican al mal, y mucho menos podemos decir que el Señor está contento con eso; sin embargo, debemos mencionar que he ahí, en ellos, donde la virtud de la Misericordia debe de ser puesta en lo más alto de nuestro ser, para poder amarles y perdonarles, y que ellos, al igual que nosotros, tengan la oportunidad de convertirse a Dios, encontrando en la Iglesia, un refugio seguro y curación a tantas heridas abiertas en sus corazones.
 
Se preguntarán, ¿Dios queire que se haga el mal?; ¡Nunca!. Dios quiere que seamos santos, y nos lo ha expresado muchísimas veces en su Palabra. "Lo que Dios quiere es que ustedes lleven una vida Santa..." (1Tes 4.3). Y por esa misma razón, parte de nuestro camino de Santidad, es amar a quien no ha conocido al Amor, para que por medio de nosotros, puentes creados por Dios, ellos puedan pasar de la noche al día, de la oscuridad a la luz. Y si nosotros somos ese puente, pero nadie pasa por nosotros, ¿De qué servimos?
 
Respondamos con generosidad al llamado de Dios, de amarnos los unos a los otros como Él nos ama. Sin distinciones, sin rangos, sin cargos, solo amor, puro amor, amor puro.
 
Jesús es nuestro mas grande  y único ejemplo de vida; estamos llamados a vivir como vivió Él. Y si Él, siendo Dios tuvo que sufrir violencia y humillaciones, y hasta la misma muerte, y una muerte de Cruz. ¿Habremos nosotros de tener una vida sin todas estas contrariedades? ¡Para Nada! Aprendamos a sufrir, pero sobre todo, aprendamos a perdonar, pues recordemos sus palabras en la Cruz "Perdónalos Padre, porque no saben lo que hacen" (Lc 23.34).  Pidamos a Dios el don del perdón, pues no es del hombre de quien nace tan valiosa virtud, sino de Jesucristo mismo.
 
Por eso mis hermanos, si quieren conocer a Jesús, no se compliquen tanto pensanod y razonando dónde pueden encontrarlo; Está en todo, y en todos. Pero sobre todo, en la Sagrada y Hermosísima Eucaristía.
 
¡Vaya amor tan grande de Jesús! Sabiendo de nuestra cegera, se quizo quedar en Cuerpo y Sangre en el Altar.
 
¿Buscas a Dios?...¡En cada capilla de un templo, lo podrás encontrar!


 

-Eugenio García
Misionero de la Iglesia Católica