Amistad
- *despidiéndome* Después nos vemos, si Dios quiere!
- Sí Vero, échale muchas ganas!
- Gracias, tu también échale ganas
*me volteo para irme*
- Vero, las dos le echamos ganas, las dos juntas.
- Sí, juntas... :)
Esta pequeña conversación me ha sacado una gran sonrisa y me ha dado alivio y descanso, es lo que hace el amigo, te hace descansar, puedes descansar cuando estás con el amigo. Además me recuerda que nunca voy sola en el camino, que aparte de tener siempre a Dios, a María y los santos que interceden por nosotros, Dios nos manda amigos para que nos ayuden, para que nos porten, para compartir tanto los momentos felices como los de prueba. Me recuerda que en la verdadera amistad no importa la distancia, y que es en Dios donde debe estar forjada la amistad.
Tenía mucho sin ver a mi amiga, pues no vivimos en el mismo lugar, y es un poco complicado mantener mucho contacto, y la verdad no sé cuando pueda volver a verla, pero las dos sabemos que siempre nos guardamos una a la otra en la oración, y para mí, eso es la amistad.
La amistad es darse a la otra persona, es darse por entero, y al mismo tiempo, es entregar a tu amigo por entero a Dios. La amistad es estar para el otro, ser para el otro.
Pues más valen dos que uno.. así si uno de ellos cae, el otro lo levanta. Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir. (Ecl4,9-10.12)